Morena ganador
Entregamos este Altoparlante cuando apenas aparecían contadas unas casillas en el Estado de México, con resultados muy cerrados, mientras que Nayarit aparecía con ventaja irrecuperable para la alianza del PAN y el PRD, Coahuila cantada por el blanquiazul, y con este mismo partido aventajando en los comicios municipales de Veracruz.
El candidato del PRI Alfredo del Mazo se declaró poco después del cierre de casillas como ganador de la contienda, dizque con los resultados de las encuestas de salida, mientras que Morena aseguró que su candidata, Delfina Gómez, tuvo una victoria clara.
Al modo, la guerra de declaraciones, como si de algo sirviera.
El programa de resultados preliminares en el Estado de México mostraba en su inicio números muy parejos, con una muy ligera ventaja para la candidata morenista.
En resumen, el PAN continuaba como partido mayoritario en Veracruz, el PRI perdió Nayarit, mientras que en Coahuila y Estado de México se apreciaba anoche temprano una contienda todavía muy cerrada.
El dirigente nacional blanquiazul, Ricardo Anaya, cantó la victoria de su partido en Coahuila, con el PRI calladito hasta ese momento.
Y entonces, parecía que al tricolor le quedaba solamente oportunidad en el Estado de México, si acaso.
Aún ganando esta entidad, el PRI quedaría como el gran perdedor de la contienda de ayer.
Y si ni ahí pudo vencer, la catástrofe total.
En Veracruz, el primer lugar era para la alianza del PAN y el PRD, segundo Morena y el PRI-PVEM hasta el tercero.
Aún con la eventual derrota de su candidata en el EdoMex, Morena surge como ganadora en el proceso comicial; pero si ganó, ponga usted a Andrés Manuel López Obrador como virtual ganador de la elección presidencial del año próximo.
Si de por sí, para allá pinta.
Si bien el PAN ganó Nayarit, estaba arriba en Coahuila y aparecía también con ventajas en Veracruz, el desplome que tuvo su votación en el Estado de México demerita los resultados, cuando menos en número de votos nacionales.
Por supuesto, este partido tiene ahora más gubernaturas que antes, y tratará de condicionar por ello la posibilidad de una alianza con la que el año próximo aspiren a derrotar al peje.
Enrique Peña Nieto ha de andar que no lo calienta ni el sol, y en el Partido Revolucionario Institucional la desesperación crecerá hasta el infinito y el más allá.
Insistamos: el pánico a todo lo que da, aunque hubieran ganado en el Estado de México.
La derrota del PRI en las elecciones del 2018 pinta cada vez más como inevitable.
Por eso crece la posibilidad de una alianza de casi todos contra Andrés Manuel.
Pero aumenta también que partidos políticos y fuerzas adicionales terminen sumándose al proyecto de Morena.
Nadie quiere vivir fuera del presupuesto, y cada parte hará todo lo posible porque le toque aunque sea parte del poder; porque un poco siempre será mejor que nada.