CUANDO TE TOCA, AUNQUE TE QUITES, PORQUE, DONDE TE PONGAS…”
“Cuando te toca, te toca”, se dice en México cuando sucede un acontecimiento inesperado, un accidente, un robo, un crimen, asesinato, etc. Para todos estos hechos el consuelo de la gente es: “Pos, ya sabes, cuanto te toca, aunque te quites; y cuando no te toca, aunque te pongas”. En todos los sucesos está la mano de Dios como un cruel titiritero manejando los hechos más dolorosos que imaginar pudieras. Es la filosofía de la fatalidad, “pasó, porque tenía que pasar”. De esa manera, por ejemplo, los fumadores navegan por las aguas más riesgosas de la vida llenando de humo impregnado, aparte de la nicotina de una serie de sustancias carcinógenas. Se dice que una nube de humo de tabaco aspirado por cada fumador contiene más de 4 mil sustancias diferentes, cual de todas más riesgosas para la salud. Es más que claro que el riesgo de contraer cáncer para los fumadores es inminente.
La publicidad antitabaco en México pone el énfasis en la gran cantidad de individuos que fallecen por enfermedades relacionadas con el tabaco, como las cardiopatías isquémicas, 29 de cada 100 personas fallecieron por esa causa nos dicen.
Sin embargo el número de adictos al cigarrillo, en lugar de disminuir por efectos de las extensas campañas para prevenir el uso del tabaco, ha crecido, sobre todo en población joven, de esta manera se dice que son más de mil millones de fumadores en el mundo, si es así, debemos imaginarnos el número de individuos que fallecen por esa causa, cifras que les sirven de base a los publicistas del gobierno mexicano para sus mensajes mortuorios que no han servido de mucho, de allí que se estén lamentando hoy en día de que su publicidad no está cumpliendo su papel de aterrorizadora de fumadores.
— “¡Aaaah! Si se murieron, es que les tocaba”, dirán nuestros grandes o pequeños fumadores filósofos fatalistas, más muertos de la risa que del tabaco.
Otros, más apegados a los noticieros, se ampararán en las enormes cifras de personas que mueren asesinadas en México.
— ¿De qué te asustas? — Me decía un joven fumador — ¿De morir por la fumada? Agarra el rollo, checa lo que está pasando. Fíjate, aquí en Sinaloa, solo en los meses de enero a junio de este año 823 personas fueron asesinadas. Y no te creas que todos estaban metidos en las mafias. Aquí los asesinos matan casi por gusto porque tienen impunidad para hacerlo. ¿No te asusta eso? Esto en nuestro Estado de Sinaloa. Si checamos la situación de los crímenes que agobian a todo México, el riesgo de morir en un asalto, por una bala perdida, o por un accidente de tránsito, porque cualquiera hace lo que le da su chingada gana, es casi igual. Con todo eso, ¿si crees que nos podría dar miedo morir por una fumada? ¡Estás pendejo! —
¿Ah, verdad? ¿Qué les pueden decir los publicistas del Gobierno a los fumadores para que no fumen? ¿Qué se van a morir? Pssst. Ahí está la cosa pues, seguramente les dirán con grandes aspavientos, lo mismo que les dice la realidad mexicana:
“Cuando te toca, aunque te quites, porque donde te pongas…”
Aparte, es un hecho que el Gobierno mexicano está mucho más preocupado por resolver los asuntos de Venezuela, que responsabilizarse por resolver la terrible situación de violencia que vive México.
Hasta siempre amigas y amigos.