SOBRE LA RISA, LA REVISTA FRANCESA CHARLIE-HEBDO Y LA GUERRA EN EL MEDIO ORIENTE
A despecho de aquellos que sostienen que “la risa abunda en boca de los tontos”, hoy en día los sanadores mentales nos dicen que la risa es una especie de mecanismo de salud mental.
Esto parece ser cierto ya que con una simple sonrisa al poner en movimiento los músculos de la cara logramos cierto grado de relajación en todo nuestro organismo.
¿No me cree?
Fíjese en los bebés, uno de sus primeros aprendizajes es la risa, primero aprenden a sonreír, luego, a carcajearse atendiendo, generalmente, a ciertos actos que usted puede realizar para hacerlo reír.
La risa de los adultos surge generalmente a partir de ciertas situaciones chuscas o ridículas que suceden en el medio ambiente social. Los chistes o bromas son algunas de ellas como los payasos que con sus desmañadas y ridículas actitudes generan la risa de los niños, o los artistas cómicos que con sus chistes provocan la hilaridad del público. Dos son los temas preferidos para lograrlo: la sexualidad y la política, para realzar el efecto de sus actuaciones algunos cómicos utilizan muchas palabrotas que nos hacen reír porque nosotros no somos capaces de utilizarlas en nuestra vida cotidiana y, si lo hacemos, el grupo nos puede rechazar.
En el ámbito social donde nos desenvolvemos los chistes y bromas suelen ser muy agresivos porque para provocar la risa se ridiculiza a las personas que tienen algunas deficiencias físicas o son los más débiles del grupo. Es muy distinto que se rían conmigo a que se rían de mí. Si el motivo de la risa soy yo aunque me cueste aceptarlo, lo puedo hacer, e incluso explotar el hecho, como lo han hecho en el ámbito teatral muchos actores, entre ellos Chaplin y Cantinflas. Estos cómicos logran hacer reír con su sola presencia, en cada grupo usted puede observar a ciertas personas que poseen esa habilidad de hacer reír a los demás. Insisto, una cosa es que se rían conmigo a que se rían de mí, pero si para hacer reír usan la figura de mi madre, padre o familiares muy cercanos, ya no es un chiste, es agresión que dependiendo del grado de insulto puede culminar en una respuesta violenta.
En los medios de comunicación escritos los chistes cumplen una función generalmente política, utilizan las caricaturas y, como en todo chiste, los estereotipos, Entendemos que las caricaturas enfatizan los errores que cometen los miembros de la clase política en su accionar, pero es raro que se detengan en la caricaturización de los principios de una religión, pareciera que, cuando menos en nuestro medio, hay ciertos límites, podemos divertirnos a costa de ciertos personajes típicos o característicos de una religión, pero no de la religión en sí.
¿Qué podría suceder cuando una publicación agrede con sus caricaturas a una religión?
Recuerdo en lo particular el semanario francés “Charlie-Hebdo”. Esa publicación desde hacía varios años se había dedicados a ridiculizar con sus caricaturas a Mahoma, el profeta fundador del Islam o religión musulmana. Según los editores sólo eran chistes inofensivos para hacer reír a su público francés.
El día 7 de enero de 2017 todo el mundo se despertó con la noticia que a las 3 de la madrugada, hora nuestra, 11 de la mañana hora francesa, dos enmascarados armados con Cuernos de Chivo, escopetas y lanzagranadas ingresaron a las instalaciones del semanario Charlie-Hebdo ubicado en La Rue Nicolas-Appert, 10, XI distrito de París, Francia, asesinaron a 12 personas y dejaron heridas a 11. Entre los muertos se estaba el Director de la publicación y 8 trabajadores. Horas más tarde se supo que los atacantes fueron los hermanos Saïd y Chéri Kouachi, de nacionalidad francesa y que habían actuado en nombre de su religión musulmana en venganza por la serie de caricaturas, para ellos insultantes, que la revista Charlie-Hebdo había publicado en contra de Mahoma. Dos días más tarde los mató la policía francesa. Este acto terrorista generó que se pusiera en movimiento toda la policía y las fuerzas armadas de Francia y de los demás países europeos para descubrir a los posibles yihadistas que existan en sus territorios.
El día 11 de enero en París se realizó una gran marcha encabezada por varios jefes de estado de países europeos para rechazar el terrorismo yihadista y defender la “libertad de expresión”. Lo sorprendente de esta marcha es que en la primera fila marchaba Benjamían Netanyahu, jefe del Estado de Israel cuya principal característica ha sido la de actuar precisamente en contra de la libertad de expresión en Israel y por gran represión que realiza en contra del pueblo palestino. Si de terrorismo se hablaba en esa marcha lo evidente es que el caso Charlie-Hebdo se convirtió en detonante para que los ejércitos europeos agrupados en la OTAN se decidieron a culminar la invasión de los territorios del Oriente medio que iniciaron en Irak el 20 de marzo del año 2003. Demás está decirles que el terrorismo islamista ha dejado su huella en toda Europa con una estela de muertes de personas que ni siquiera tenían conciencia, como en toda guerra de su condición de «enemigos» de los yihadistas musulmanes. De igual manera sucede en el Medio Oriente donde gran parte de la población de Siria huye en desbandada de la zona de guerra que vive su país.
¿Y qué hace Charlie-Hebdo a todo esto? Charlie sigue con sus caricaturas y lamentándose que los musulmanes todavía no hayan aprendido a reír con sus chistes -ahora entendemos- absolutamente belicosos.
De nada y hasta siempre amigas y amigos y, claro, está demás decirles: yo no soy Charlie.