A propósito del día del periodista este 4 de enero pasado, me preguntaba ¿cómo puede definirse esta labor, es oficio o profesión? Depende de cómo lo queramos ver.
Y lo digo porque en esta administración del presidente tabasqueño, todos los que no comulguen con sus ideas son y están equivocados. Somos muchos los que no cobramos por lo que hacemos a nivel periodístico y no estamos de acuerdo con el presidente, pero para él y muchos de los que lo siguen sin condición, estamos mal.
Debo decir que en esta administración ha habido una serie de beneficios para la comunidad, para el pueblo en general, pero hay que ser realista, no todo se puede aplaudir. «Es ahí donde la puerca tuerce el rabo» y tenemos derecho a disentir, a anunciar y denunciar.
Porque si no fuera así, entonces el presidente fuera perfecto y por lo tanto no fuera humano; está muy lejos de serlo. Ubíquense.
Oficio o profesión, son muchos los periodistas que viven de esa noble labor a nivel profesional y lo hacen bien; pero se dio el caso en años pasados que los que tenían una pluma y dónde escribir cobraban bien lo que anunciaban, y la misma gente les compraba todo, que porque salía en la TV. Habría que decirlo, toda una mafia, pero no todos.
Uno de los graves errores del ejecutivo federal es ese, que cree que todos son los mismos y la única razón es porque no le siguen la onda en todo.
Lo tengo que repetir, y me disculpo por ello, son muchas las ventajas las que hemos tenido en esta administración pero no podemos santificar ninguna labor, es más, ni la del Papa se puede hacer ver de esa forma. Sería una ofensa para Dios.
Sin embargo, hay muchos que lo consideran como alguien que no se equivoca y si decimos algo que no estamos de acuerdo nos marginan. Casi todos los amlovers, como se les menciona por ahí.
Qué bueno que busquemos la perfección, pero es una utopía, y más en nuestro país; donde nos vale muy poco cumplir con las reglas ya impuestas, algunas desde 1857. Ustedes me entienden.